jueves, septiembre 02, 2004

CIELO

Pachu está sentado en el escalón, mirando el cielo.

- ¿Qué mirás? - pregunta Martín.

La remera blanca brilla con ese dibujo que le gusta tanto. Está limpia, parece recién planchada.

Pachu no contesta. Señala hacia arriba con una mano.

- Ah.

Martín levanta la vista, haciéndo viscera, mira el cielo.

A Pachu le gustan las zapatillas de Martín.

- ¿Son nuevas? - dice apuntando a los pies de Martín con la nariz.

Martín se mira los pies. Los mueve hacia afuera y hacia adentro, hacia afuera y hacia adentro, hacia afuera y hacia adentro.

- No se. Me las regalaron para mi cumpleaños...no...para Navidad.

- A mi para Navidad me regalaron...eh...uy...no me acuerdo que me regalaron para Navidad.

- No, para mi cumpleaños - repite Martín, inseguro todavía de la fecha del regalo.

Pachu levanta la vista al cielo nuevamente.

- ¿Qué estás mirando? - pregunta Martín de nuevo.

- No se -. Pachu deja de mirar el cielo, se da vuelta y mira a su amigo, sentado junto a él en aquel escalón. - A mi mamá...creo...

Los dos miran el cielo al mismo tiempo.

- ¿La estás viendo ahora?.

- No se.

- ¿Cómo no sabés?.

Pachu se encoge de hombros.

- No, no se - dice y levanta las manos y los hombros. - No se. No tengo...idea, como dicen... -.

- Pero entonces ¿para qué mirás?.

- Para ver si la veo.

Martín se ríe y se tapa la boca.

- "Para ver si la veo" - repite riéndose.

Pachu lo empuja y se ríe.

- Tonto.

- Tonto vos.

- No, tonto vos.

- Vos.

Se hace un silencio.

- Me dijeron que mi mamá está en el cielo - dice y señala para arriba de nuevo, se corre el pelo de la cara y termina bajando la vista al piso.

- ¿En serio?.

- Si - contesta. - Y yo la quiero ver...la quiero ver de nuevo, ¿sabés?...verla un ratito más...una vez más, ¿no?...aunque me vaya a retar por lo que hice con la muñeca de mi hermana esta mañana -. Los ojos se le llenan de lágrimas. Martín lo abraza y Pachu se abraza a él con mucha fuerza.

- Limpiate los mocos acá - le dice ofreciéndole el hombro de la remera blanca, brillante, recién planchada. - Y secate los ojos, sino no vas a ver nada -.

Pachu sonríe.

- Tendríamos que pedirle a Carlos los cosos esos que usa cuando va a allá a ver a los caballos que corren, ¡viste?. ¡Sabés?. ¡Los domingos?. Los caballos que corren... y él los mira así, como de lejos, con esos cosos redondos negros...son grandotes, con vidrios y cosas...como la cosa esa para mirar bichos que tiene tu hermana, la redonda con mango de plástico...los cosos redondos - repite y se pone los dedos alrededor de los ojos.

- ¿Vos estás loco? - dice Pachu y se ríe mientras se pasa las manos por la cara para secarse las lágrimas pegadas en los cachetes.

- No tonto, en serio.

- Tonto vos.

- Tonto vos.

- Vos.

- Vos.

Martín piensa un instante.

- ¡Paracaídas! - exclama de golpe.

Pachu lo mira extrañado.

- Pero vos estás re re loco. El paracaídas es la cosa esa que usan los que saltan de los aviones para no hacerse pomada contra el piso - le dice mostrándole los dedos juntos de la mano. - Estás... - mueve la cabeza de lado a lado, suavemente. - Re re re loco estás.

Martín lo mira unos segundos.

- Cierto. Que tonto.

- Claro, tonto vos.

- No, tonto vos.

- ¡Si vos dijiste "qué tonto"!. Entonces tonto vos.

Martín fulmina a Pachu con la mirada. Pero el que dijo "qué tonto" fue él. Pachu tiene razón. Vencido, se muerde los labios pero no dice nada.

- ¿Tu mamá estará en el cielo?.

Pachu vuelve a encogerse de hombros.

- Creo que si. El tío Julián me dijo eso.

Los dos miran para arriba.

- Pero si está en el cielo... - duda unos segundos. - ¿Podés verla igual si hay nubes?. Hoy está medio nublado, ¿viste?. ¿La podés ver lo mismo?.

- Y...no se - contesta Pachu.

Silencio.

- ¿Estará con mi abuela?.

Pachu lo mira sonriente.

- No se. Mirá...vos también preguntás cada cosa...tu abuela...

Silencio.

- ¿Y los perros van al cielo?. Como la película esa, )la viste?.

- Creo que no, no se...

Silencio.

- Pachu, pero al final vos nunca sabés nada - dice, abraza a su amigo y se quedan juntos mirando el cielo un rato, un rato bien largo.